Viggo Mortensen

Viggo Mortensen. El medio extranjero

Sin duda, para el gran público Viggo Mortensen se hizo conocido con la trilogía de El Señor de los Anillos. Sin embargo, ha sido la simbiosis con el director David Cronenberg lo que ha constituido la revelación artística de este medio danés con los pies en la tierra.


Nota escrita en 2008 por Jacob Ludvigsen y actualizada en 2020 por Ella Navarro


Viggo Mortensen es medio danés, y decididamente pesa más su origen norteamericano. Sin embargo, cuando hace unos diez años fue nominado por su papel en Promesas del Este, de David Cronenberg, se habló de él como si fuera el mascarón de proa de la escena local, algo que nunca le ha ocurrido a ningún otro actor. Conclusión: ser «medio» danés es suficiente. Por suerte, Viggo Peter Mortensen Jr. está muy orgulloso de sus antepasados nórdicos. Su padre, Viggo Peter Mortensen, procedía de la zona de Ringsted, pero conoció a la norteamericana Grace Gamblé en Noruega. Su retoño, el célebre Viggo Jr., vivió su niñez entre los Estados Unidos y la Argentina; hoy reside en España, aunque en las vacaciones visita bastante seguido la tierra de su padre.

Después de hacer el bachillerato en Nueva York, decidió seguir a una chica hasta Dinamarca, donde deambuló de aquí para allá trabajando de camarero, camionero, carpintero y ayudante en una gasolinera. Y allí terminó bruscamente la carrera danesa de Viggo Mortensen; curiosamente, a muchos patriotas esperanzados (y algo ingenuos) les gusta pensar que la apariencia sencilla y relajada de Viggo es un vestigio de aquella breve excursión por Dinamarca.

Viggo Mortesen Único testigo

Fotograma de Único testigo

De vuelta a los Estados Unidos, Viggo trabajó como actor teatral hasta que llegó su debut en cine, interpretando el papel de un granjero amish en la película de Peter Weir, Único testigo, de 1985. Pero la verdadera consolidación llegó cuando Sean Penn le confió el papel de psicópata en Extraño vínculo de sangre; su ambigüedad causó una muy buena impresión, un rasgo que con el tiempo se convirtió en su marca personal. Aquel filme abrió el camino para una serie de buenos papeles; el más fuerte de todos fue el de un sargento duro en La Teniente O’Neil, que hizo que los ojos del gran público torcieran la vista para mirar más detenidamente ese rostro atractivo de barbilla hendida. Posteriormente, su indolente sexualidad masculina se impuso en Un crimen perfecto, en el remake de Psycho (de Gus van Sant) y en la película en la que comparte protagonismo con Sandra Bullock, 28 días.

Cuando Stuart Townsend abandonó a última hora su papel de Aragorn en El Señor de los Anillos, de Peter Jackson, Viggo Mortensen decidió aprovechar la ocasión. Y bien que hizo, porque fue el trabajo que lo convirtió en un nombre codiciado en el cine de las grandes ligas, un estatus que lo llevó a participar en las rápidamente olvidadas Hidalgo y Alatriste.

Viggo Mortesen El Señor de los Anillos

Fotograma de El Señor de los Anillos

Por fortuna, al poco tiempo David Cronenberg se propuso redescubrir a Viggo Mortensen para revelarlo como el actor de carácter que aman las muchedumbres de fieles viggófilos. Tanto en Una historia de violencia como en Promesas del Este, este increíblemente minucioso intérprete –al más puro estilo del Actor’s Studio– muestra su doble vertiente: peligrosidad y fragilidad.
Para muchos, incluso, esta fructífera colaboración es prácticamente una simbiosis actor-director. «Es una buena persona y un buen amigo, es generoso en todo y con todos. Me gustaría contar con él en todas mis películas», ha declarado el director canadiense.

Por otro lado, Dinamarca es uno de los muchos lugares del mundo en los que Mortensen, de sesenta y un años, ha expuesto sus cuadros y fotografías –y también donde se leen sus colecciones de poemas. Dice que le gustaría actuar alguna vez en una película danesa, pero de momento tiene dificultades para sumar algo nuevo a su apretado calendario.

Viggo Mortesen A Dangerous Method

Fotograma de A Dangerous Method

En 2009 participó en The Road, una adaptación cinematográfica de la novela de Cormac McCarthy, y colaboró ​​con David Cronenberg por tercera vez en A Dangerous Method. Dos años después Mortensen regresó al teatro protagonizando en Madrid la obra Purgatorio, de Ariel Dorfman. En 2016 protagonizó Captain Fantastic, de Matt Ross, y en 2018 Green Book, de Peter Farrelly, películas con las que obtuvo sendas nominaciones a los Premios Oscar como Mejor actor.

Recientemente, el Festival de Cine de San Sebastián ha otorgado a Viggo Mortensen el Premio Donostia, en reconocimiento a toda su trayectoria. En el mismo certámen presentó Falling, su primera película como director. Un buen presagio para que este «medio danés» con los pies en la tierra se convierta en uno de los mejores actores de carácter actuales.

 

Viggo Mortensen x 5


/ Nació en 1958 en Nueva York, aunque es considerado medio danés por la nacionalidad de su padre y por su formación.


// Creció entre Venezuela, Dinamarca y la Argentina, donde vivió hasta los once años y aprendió a hablar un español perfecto con marcado acento porteño.


/// En la Argentina se hizo fanático del mate y del club de fútbol San Lorenzo de Almagro. Su obsesión es tal que suele viajar al país del sur para ver jugar al equipo de sus amores, regala entradas a los socios y lleva sus colores por todo el mundo.


//// Estuvo casado con Exene Cervenka, cantante de la banda de punk X. Desde 2009 su pareja es la actriz española Ariadna Gil.


///// En la edición número 68 de Festival de Cine de San Sebastián, Viggo Mortensen recibió el Premio Donostia, en reconocimiento a toda su trayectoria.


 


Jacob Ludvigsen es periodista especializado en cine. Escribió en la revista danesa Ekko.
Ella Navarro es periodista y contadora de historias, una uruguaya que se enamoró de la ciudad de Copenhague en 2015 y nunca más se bajó de la bicicleta. Hoy en día escribe para distintos medios en inglés y español, sobre Dinamarca y su país natal. Es Licenciada en Comunicación de la Universidad de Montevideo y tiene un Master en Periodismo a través de un programa conjunto de la Universidad de Aarhus y City University of London.


Este texto es parte del informe ¿Qué pasa en Dinamarca?